La tecnología redefine el derecho: experto argentino analiza el impacto de la prueba electrónica en los tribunales
El jurista argentino Gastón Bielli explicó cómo la tecnología transformó el derecho, especialmente en el ámbito contractual, destacando los retos y oportunidades de la prueba electrónica en los procesos judiciales.
El avance tecnológico ha revolucionado múltiples áreas de la vida cotidiana, y el derecho no es la excepción. Los tribunales, los litigios y la labor diaria de abogados y jueces han experimentado una transformación sin precedentes, impulsada por la digitalización de la comunicación, los contratos y los mecanismos de prueba.
El jurista argentino Gastón Bielli, especialista en derecho procesal y docente, destacó en entrevista con Judiciales.NET que la irrupción de la tecnología ha cambiado radicalmente la manera en que se concibe la práctica jurídica. “La tecnología impactó de forma general en el ejercicio del derecho. Hoy forma parte inseparable de la vida cotidiana de los tribunales y del abogado litigante”, afirmó.
El auge de la prueba electrónica
Uno de los principales cambios que trajo consigo la digitalización es la consolidación de la prueba electrónica como elemento central en los procesos judiciales. Para Bielli, tanto la jurisprudencia como la doctrina resultan claves en la inclusión y valoración de estas nuevas evidencias, que van desde un correo electrónico hasta una conversación en WhatsApp o una captura de pantalla de una compra en línea.
En este contexto, resaltó que varios países de Latinoamérica han avanzado en la incorporación de la firma electrónica a sus legislaciones, lo que constituye un paso fundamental para garantizar seguridad jurídica en las transacciones digitales.
Contratos virtuales y nuevos desafíos
El experto explicó que uno de los ámbitos donde más se visibiliza la influencia de la tecnología es en el derecho contractual. Situaciones cada vez más comunes, como compras en línea o servicios contratados a distancia, generan nuevos escenarios de litigio cuando las empresas no reconocen la transacción o niegan el cumplimiento de lo pactado.
En esos casos, corresponde al abogado determinar qué tipo de prueba presentar: desde un comprobante digital hasta un correo de confirmación. El gran reto, según Bielli, es asegurar que estas pruebas sean legítimas, íntegras y no hayan sido manipuladas durante el proceso.
“Se debe mantener la integridad de la prueba durante todo el proceso. La prueba debe ser legítima; ese es uno de los grandes problemas que enfrentan los abogados, que muchas veces no saben cómo incorporarla correctamente”, señaló.
Diferencias entre el fuero penal y el civil
Bielli también advirtió sobre las asimetrías entre jurisdicciones. En Argentina, por ejemplo, existen protocolos claros en el fuero penal que unifican los criterios para la incorporación de pruebas electrónicas. No ocurre lo mismo en el ámbito civil, donde los procesos suelen ser más informales y la incorporación de pruebas carece de un marco normativo uniforme.
Esta falta de homogeneidad genera inseguridad jurídica y obliga a los abogados a ser especialmente cuidadosos a la hora de presentar evidencias digitales.
Un nuevo perfil de abogado litigante
El experto resaltó que el abogado del siglo XXI debe estar preparado para interactuar con estas herramientas tecnológicas y utilizarlas en favor de sus clientes. La diligencia, la pericia técnica y el conocimiento de protocolos de actuación resultan hoy tan importantes como el dominio del derecho sustantivo.
“Hoy el abogado litigante tiene a su alcance numerosas herramientas para incorporar información válida en un proceso. El desafío está en utilizarlas de forma estratégica para que el juez pueda valorar su posición”, agregó.
Formación en Paraguay y expansión regional
Bielli integró el cuerpo docente del curso “Prueba electrónica, valoración e incorporación al proceso judicial del Paraguay”, organizado por La Ley Paraguaya, donde compartió con profesionales y estudiantes paraguayos los principales desafíos y tendencias en torno a la prueba digital.
El éxito de la primera edición fue tal que ya se anunció una segunda entrega bajo el nombre “Prueba Electrónica 2.0”, que buscará profundizar en casos prácticos y dotar a los participantes de herramientas avanzadas para adaptar sus litigios a las exigencias actuales de la era digital.
De esta manera, Paraguay se suma al debate regional sobre la modernización de la práctica jurídica, consolidándose como un espacio de aprendizaje y actualización en temas de innovación y justicia digital.
Agradecemos a Judiciales.NET por la idea inicial que inspiró el desarrollo de este material.
