Autoridades advierten sobre las graves consecuencias legales y de salud al exponer a menores en clubes nocturnos

La viceministra de la Niñez y Adolescencia, Verónica Arguello, alertó sobre los riesgos y responsabilidades legales de exponer a niños y adolescentes en clubes nocturnos, donde se detectó la venta de alcohol y posibles situaciones de explotación.

Autoridades advierten sobre las graves consecuencias legales y de salud al exponer a menores en clubes nocturnos

La reciente convocatoria a fiestas denominadas “pijama parties” en locales nocturnos de Paraguay, dirigidas a menores de apenas 12 años, encendió las alarmas de las autoridades. La viceministra de la Niñez y Adolescencia, Verónica Arguello, anunció la puesta en marcha de un proceso de intervención interinstitucional en dichos establecimientos, tras detectarse la venta de bebidas alcohólicas y otras condiciones altamente riesgosas para la integridad de niños y adolescentes.

Un peligro disfrazado de entretenimiento

La viceministra explicó que el consumo de alcohol en menores y la exposición a contextos nocturnos no solo representan una transgresión a las normas legales vigentes, sino también una amenaza a la salud física, emocional y psicológica de los adolescentes.

“Queremos hacer un llamado a la conciencia del primer anillo de protección, que es la familia; el segundo, la sociedad; y finalmente el Estado, que debe velar por garantizar los derechos cuando los anteriores han fallado”, afirmó Arguello.

La funcionaria insistió en que la familia no puede desentenderse de su deber de cuidado, pues los riesgos asociados a este tipo de actividades incluyen no solo el consumo de alcohol, sino también la posibilidad de caer en redes delictivas, como la trata de personas, la explotación sexual y otros delitos que ponen en juego la vida y el futuro de los menores.

Consecuencias en la salud de los adolescentes

Los especialistas alertan que el consumo de alcohol a temprana edad puede generar efectos devastadores:

  • A nivel físico, puede interferir en el desarrollo cerebral, provocar daños hepáticos y trastornos digestivos, además de aumentar el riesgo de accidentes y lesiones.

  • A nivel emocional y mental, incrementa la probabilidad de desarrollar depresión, ansiedad, baja autoestima y trastornos del estado de ánimo.

  • En el comportamiento, los menores bajo efectos del alcohol pueden involucrarse en relaciones sexuales sin protección, consumir drogas ilícitas o exponerse a situaciones de violencia, abuso y explotación.

Responsabilidades legales y deber de los padres

La viceministra recordó que los padres tienen responsabilidades legales claras en el marco de la patria potestad y el deber de cuidado. Exponer a sus hijos a ambientes donde se expende alcohol u otras sustancias, o permitir su participación en eventos nocturnos sin supervisión, constituye una forma de negligencia que puede derivar en sanciones legales.

“No es aceptable normalizar la presencia de niños de 12 años en eventos nocturnos sin supervisión adulta”, enfatizó.

En este sentido, señaló que los propietarios de los locales también podrían enfrentar consecuencias jurídicas si se comprueba que permitieron la presencia de menores o el expendio de alcohol a los mismos. En casos extremos, donde existan indicios de explotación o trata, se dará intervención a unidades especializadas, con posibles consecuencias penales severas.

Un llamado a la sociedad y a la denuncia ciudadana

La viceministra instó a la ciudadanía a no ser indiferente ante estas situaciones. Cualquier persona que tenga conocimiento de menores en riesgo puede comunicarse con el sistema FONOAYUDA, marcando el 147, un servicio disponible para recibir denuncias y activar la protección inmediata.

“El consumo de alcohol en menores y su exposición a ambientes peligrosos no solo daña su presente, sino que compromete su futuro. El deber de todos —familia, sociedad y Estado— es impedirlo”, subrayó.

La intervención del Estado

Los operativos interinstitucionales impulsados por el Ministerio de la Niñez y Adolescencia buscan desarticular la normalización del consumo de alcohol en menores y prevenir situaciones que puedan derivar en hechos más graves. Estas acciones incluyen controles en locales nocturnos, sanciones a los responsables y campañas de concienciación para padres y tutores.

La viceministra Arguello concluyó que la prevención es la herramienta más efectiva y recordó que proteger a los niños y adolescentes es una tarea compartida que exige compromiso y vigilancia constante.


Agradecemos a Judiciales.NET y a su escritora Mabel Villamayor por la idea inicial que inspiró el desarrollo de este material.





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